viernes, 16 de enero de 2015

Acta 12/01/2015 Ramon Madrigal



Sesión del 12 de enero de 2015

Nos habíamos citado hoy para hablar de la Generación del 27, pero como asunto previo, y a propósito del reciente atentado contra “Charlie Hebdo”, Manolo propone dedicar un tiempo para debatir el asunto. Y para estimular el debate, se pregunta: ¿Por qué está prohibida la risa? Entre las opiniones más distantes, la una: “Teniendo en cuenta que la religión es una necesidad vital para un muchos, se debería haber evitado herir sensibilidades con las viñetas publicadas; todo derecho tiene un límite, incluso la libertad de expresión”.  A la otra: “Si yo tuviese la destreza y el valor suficiente, yo misma habría dibujado y publicado esas viñetas; la única arma que tiene el mundo occidental para contrarrestar los fanatismos religiosos es el lápiz”,  los contertulios van desgranando ideas que no son sino matices de una misma partitura y que, en su conjunto nos enriquece la visión del problema:

Como dice Savater: “Todas las personas son respetables, pero no todas las ideas merecen respeto”. Hay que perder el respeto a lo sagrado. La risa es una necesidad. Se han puesto en un altar algunos mitos, que se reclaman inviolables, y olvidamos que nuestra sociedad civil se basa en tres principios: Grecia, Roma y el Cristianismo, consustanciales con la creación de este mundo.  No se puede ceder el control de lo que se puede decir o lo que se debe callar. El único límite es la ética del dibujante (Por cierto, ¿por qué se puede tolerar algo escrito, un tratado, pero no algo gráfico, un simple dibujo?). El Islam no permite la iconografía y algunos quieren imponer su visión y sus creencias al resto del mundo. El problema es que en los países islámicos no hay separación entre Iglesia y Estado y así,  la Justicia no cumple con su misión de satisfacer demandas civiles o penales entre individuos, como forma de dirimir agravios. El límite es el Derecho, el problema es que Oriente y Occidente lo entienden de manera distinta.  Pero en realidad, los fanáticos devenidos a terroristas, como se ha visto en esta ocasión, no son si no la excrecencia de esta propia sociedad occidental; inadaptados e ignorantes, buen caldo en el inculcar fanatismo, que tergiversa las ideas y obedece a la sinrazón. La religión para ellos no es sino una excusa, primero de todo son criminales. Aunque hay que reconocer que el propio occidente ha contribuido a alimentar el monstruo mediante intervenciones militares, ventas de armas y algunas ayudas sectoriales  por intereses estratégicos o económicos. Un problema añadido es que el Islam no está centralizado,  jerarquizado, una cadena de mando al que obedecer. Hay enfrentamientos encarnizados entre ellos mismos y odios tribales más fuertes que contra occidente. El quid de la cuestión está en la defensa de los Derechos Humanos (y en ese sentido, viva la Revolución Francesa, que nos trajo las libertades). El problema es que la educación yihadista, en países como Pakistán, inculca verdades absolutas que no se pueden ni criticar, ni cuestionar, y eso conduce a la intransigencia. Pero acabemos  reconociendo que la historia de la humanidad es un choque de civilizaciones; es la historia de un continuado intento de penetración por parte de Oriente y el consiguiente continuado esfuerzo de Occidente por impedirlo. Quizá sea eso.

En la segunda parte de la sesión serenamos nuestras almas y elevamos nuestros espíritus para acceder al estadio más elevado de la poesía, que nos había convocado hoy. Quedamos de acuerdo en considerar al 27 en su más amplio espectro cronológico incluyendo desde el padre espiritual de la generación Juan Ramón Jiménez, al más bisoño, Miguel Hernández, aunque muchas antologías sean más restrictivas. Entendemos que se dan en el grupo, incluso dentro de la producción de cada poeta, gran variedad de formas, de temas y de conceptos, pero que les une una idea nueva de hacer poesía en la que se trata de encontrar la belleza a través de la imagen, quitando lo superfluo y tratando de alcanzar la poesía pura. Hay otra forma de hacer que les caracteriza, distinta a la de la generación anterior. Tempranamente ya lo apuntó León Felipe.

¿Qué es poesía?

Deshaced este verso.
Quitadles los caireles de la rima,
El metro, la cadencia
Y hasta la idea misma.
Aventad las palabras,
y si después de eso queda algo,
eso
será poesía.

Empieza Elena, recitando a Luis Cernuda. Del “Temario concertado”, lee el poema “Impresión del destierro”. Elvira nos trae a Alberti con un poema dedicado precisamente a Cernuda, así, lee “Aire de luz buscado en Inglaterra”. Esperanza se acuerda del malogrado Federico García Lorca, en su etapa de canto a los gitanos: “Prendimiento de Antoñito el Camborio en el camino de Sevilla”. Juan nos retrotrae a Juan Ramón Jiménez, y lee un exquisito poema del libro “Olvidanzas”. Rafa se va a León Felipe y recita un extenso, sesudo y sentido poema que sale de lo más profundo del alma del autor: “¡Qué lástima!”.  Carmela admira el “Toro”, de Vicente Aleixandre, el toro libre y feliz de la dehesa, claro, dice ella. A Manuel le atrae la idea de la muerte entendida como justa fatalidad, y así de Jorge Guillén elige el poema que comienza: “Alguna vez me angustia una tristeza…”. Pilar nos recuerda “Ahora sí”, de Jorge Guillén. Y acabamos con Miguel Hernández,  en un poema que uno de sus biógrafos, Federico Bravo Morata, considera “una de las más bellas poesías de toda la literatura española de todos los tiempos”. Quizá sea exagerado, pero en cualquier caso merece la pena traerla aquí hoy. Así, Ramón recita  “Elegía”, dedicada al amigo del alma Ramón Sijé, “muerto como del rayo” a la temprana edad de 22 años.

Sólo nos queda tiempo ya para ponernos de acuerdo para las próximas citas. Por unanimidad desechamos la “Trilogía de la Ocupación”, de Modiano. Así que dedicaremos la próxima sesión a comentar, los capítulos del Quijote que hablan de los consejos a Sancho para el buen gobierno de su Ínsula (Cap. 42, 43 y 44 de la II parte). Y luego, a los que cuentan el propio gobierno (Cap. 45, 47 49, 51 y 53). Y para la semana siguiente: “La invención de Morell”, de Byo Casares.
En Alicante, 12 de enero de 2015

Ramon Madrigal

No hay comentarios:

Publicar un comentario